Premisas




“Es impostergable concientizar sobre la preeminencia del ser humano sobre lo urbano y actuar en consecuencia: la ciudad al servicio del hombre. El ser humano como medida de la ciudad”
Carlos Romero Sánchez 





Trabajar cada uno en su esfera de competencias y según sus posibilidades, por una vivienda y una ciudad más humana, por una ciudad que sea capaz y ordenada arquitectónicamente para que todos los hombres, incluso aquellos que usan silla de ruedas, puedan circular, acceder sin trabas, plenamente, libremente.
Le Corbusier


La condición indispensable para que podamos hablar de un distrito urbano como es debido es que cualquier persona pueda sentirse personalmente segura en la calle en medio de todos esos desconocidos. Es absolutamente necesario que no tenga inmediatamente la impresión de que está amenazada por ellos. Un distrito urbano que fracase en este punto irá mal en todos los demás y será una fuente inagotable de dificultades para sí mismo y para toda la ciudad.
Jane Jacobs (1998)

Lo primero que se ha de comprender, y bien, es que la paz pública -la paz en las calles y en las aceras- de las ciudades no tiene por qué ser garantizada de manera esencial por la policía, por muy necesaria que ésta sea en otros aspectos. Esa paz ha de garantizarla principalmente una densa y casi inconsciente red de controles y reflejos de voluntariedad y buena disposición inscrita en el ánimo de las personas y alimentada constantemente por ellas mismas. En algunas áreas urbanas -bloques viejos de viviendas y calles con un movimiento de población muy intenso- el mantenimiento de la ley y el orden en las aceras corre enteramente por cuenta de la policía y guardias especiales. Estos lugares son auténticas junglas. Ningún contingente de policía puede llevar una pizca de civilización allí donde se ha quebrado la estructura de base que la hace posible en sus formas más elementales y normales.
Lo segundo que ha de comprenderse es que el problema de la inseguridad no puede en absoluto resolverse dispersando o desparramando las poblaciones, es decir, troncando las características de una capital por las de las barriadas suburbiales de tipo residencial.
Jane Jacobs (1998)

“Necesitamos caminar (los seres humanos) tal como las aves volar. Necesitamos estar rodeados de personas. Necesitamos de la belleza. Necesitamos el contacto con la Naturaleza. Pero sobre todo, necesitamos no ser excluidos, Necesitamos sentir algo de equidad”. [1]
  “We need to walk, just as birds need to fly. We need to be around other people. We need beauty. We need contact with nature. And, most of all, we need not to be excluded. We need to feel some sort of equality.”
Enrique Peñalosa

UN BUEN RECICLAJE. Cada ciudad tiene su historia, sus puntos de referencia […] Me refiero, principalmente, a los lugares que pertenecen a la memoria de la ciudad y que son puntos fundamentales de su identidad, del sentimiento de pertenecer a una ciudad. Ya sea una fábrica, una parada del antiguo tranvía o una de aquellas tiendas de comestibles que lo tenían todo ingenuamente expuesto. Pero como ya no se pueden recuperar esos espacios ni las antiguas actividades, tenemos que encontrar nuevos usos, nuevas actividades que den vida a la ciudad. No hay nada que guste más a una vecindad, incluso a una población entera, que la reutilización de uno de esos espacios.
Jaime Lerner

“la dificultad radica, no en las nuevas ideas, sino en escapar de las viejas ideas, que se ramifican por todas las esquinas de nuestra mente, como es el caso de todos los que hemos sido educados como la mayoría.”
John Keynes Maynard (1936)

GENTE EN LA CALLE. A veces, me quedo observando cómo una gota de miel va reuniendo a las hormigas a su alrededor. O cómo, en un bar o una tienda de un barrio muy pobre, la luz y la animación atraen a las personas. Pero, sobre todo, son las personas que atraen a las personas. El ser humano es actor y espectador de este espectáculo diario que es la ciudad. Una buena acupuntura es ayudar a sacar gente a la calle, a crear puntos de encuentro y, principalmente, hacer que cada función urbana canalice el encuentro de las personas. Una terminal de transporte, por ejemplo, no hace falta que parezca una estación de autobuses. También puede ser un buen punto de encuentro…
Cuanto más se conciba una ciudad como una integración de funciones, de clases sociales, de edad, más encuentros, más vida tendrá. El diseño del espacio público es importante.
Jaime Lerner

COLESTEROL URBANO… El colesterol urbano es la acumulación en nuestras venas y arterias del uso excesivo del automóvil. Eso afecta al organismo y hasta a la mente de las personas. Enseguida creen que todo se resuelve con el coche. Entonces preparan la ciudad sólo para el automóvil. Viaductos, autovías… y las emisiones de gases de vehículos.
La solución: usar menos el coche, evitar su uso cuando haya una buena alternativa de transporte público en los itinerarios habituales. […] Pero concebir la ciudad en función del automóvil es realmente un problema. El hipermercado de las afueras favorece la falta de ejercicio e impide caminar por la ciudad. Por otra parte, separar las funciones urbanas – es decir, vivir aquí, trabajar allí y tener actividades de ocio en otro lugar provoca un desperdicio de energía. La consecuencia es el aumento de presión por el congestionamiento, por el tiempo que se pierde, por la contaminación, por el estrés.
Jaime Lerner

BUENOS AIRES Y LA TEORÍA DEL “NO LUGAR” … En un trabajo titulado “Espacio y alteridad”, el teórico francés Marc Augé plantea un concepto novedoso que puede resultar muy útil a la hora de revisar y calificar los espacios arquitectónicos urbanos.
Se trata del “no-lugar” […]
Para aclarar muy en síntesis la idea de Augé puede decirse que son “no-lugares” aquellos sitios en los cuales el usuario no encuentra relación alguna de historia, de pertenencia o afectiva.
Así, desde una cabina telefónica a una autopista, desde una estación de subterráneo a un aeropuerto, desde un shopping centre a una estación de servicio, estamos ante casos típicos de “no-lugar”.
Esta denominación no implica necesariamente un juicio negativo: es razonable que una ciudad contenga lugares y no-lugares (apropiándonos ya del rótulo de Augé), pero hay que reivindicar para la calle la categoría del autentico lugar.
En Buenos Aires nadie puede sentarse en la calle a menos que tenga dinero para pagar un café u otro brebaje.
Luis J. Grossman

ACERCA DEL PROBLEMA DEL TRÁNSITO…. […] Aumentar la cantidad de estacionamientos subterráneos parece ser una de las prioridades en la escala de valores de la máxima autoridad municipal, y eso motiva nuestra alarma.
[…] más que emprender líneas claras y definidas encaminadas al mejoramiento del transporte colectivo y marcar esta tendencia, se vuelve al recurrente argumento de aumentar los estacionamientos subterráneos en la zona céntrica.
Si el objetivo es mejorar las condiciones de vida de la ciudad, incentivar el acceso de automovilistas puede resultar un factor regresivo.
[Jan] Gehl relató una historia contada en los Estados Unidos que es, me parece, muy ilustrativa a propósito del asunto que intentamos exponer. Un señor, al comprobar que un zorrino se introdujo en el sótano de su casa, llama a un amigo para pedir su consejo y desembarazarse de esa pestilente presencia. El amigo le sugiere esperar a la noche y colocar una hilera de trocitos de pan en dirección al bosque vecino: de esa manera, el zorrino volvería allí de donde había venido. Así lo hizo el protagonista de la historia y, a la mañana siguiente, el intruso se había marchado. La sorpresa fue que esa noche no había un zorrino en el sótano: había dos.
Luis J. Grossman

VOLVER AL BARRIO….. Quizá sea esta ocasión propicia para discutir acerca de un asunto que merece más atención: la pérdida de identidad de los barrios y la imprescindible  recuperación – por parte de sus residentes- del sentido de pertenencia sobre su terruño.
[…] León Krier opina al respecto que “todas las cosas que uno necesita (se refiere al abastecimiento, servicios, cultura) deberían estar a 10 minutos de caminata” de nuestra casa.
Esto significa que un barrio deberá contar con estas facilidades y con las gratificaciones sensoriales que llenen de placer el trayecto de esos diez minutos…
Luis J. Grossman

PEATONES DEL MUNDO, ¡UNÍOS!... Los que lo vieron difícilmente pueden olvidarlo. Era un dibujo animado de Walt Disney, que ubico aproximadamente en la década del cincuenta, en el que su personaje Dippy (hoy Goofie) sufría una transformación cuando subía a su automóvil y empuñaba el volante.
Los ojos se le inyectaban en sangre, su ánimo se enardecía y comenzaba a arremeter contra los peatones entre gritos e insultos. Olvidaba Dippy que pocos minutos antes él mismo pertenecía al grupo de caminantes que ahora lo enfurecía.
El fenómeno tan gráficamente descrito en la caricatura sucede todos los días con un agravante: en los años transcurridos desde la fecha del filme de marras, nuestra sociedad ha subestimado progresivamente la noción de lo peatonal, al extremo de que hoy muchos no sabrían de qué lado se ubica el doctor Jeckill (el bueno), si el del viandante o el del conductor.
La condición peatonal es esencial en las definiciones genéricas de los seres humanos. Vale decir aunque pueda parecer demasiado obvio- que somos antes que nada caminantes. Y después, mucho después, ecuestre, carreros, ciclistas, motociclistas, automovilistas, acuanautas y aeronautas. Con el tiempo, y dentro de la cultura urbana de este siglo, aquella condición esencial fue subordinada al avance de los vehículos tripulados.
Luis J. Grossman

[…]  No es necesario que nos preocupemos de la ciudad del futuro, sino del futuro de nuestras ciudades.
Ricardo Aroca, Arquitecto

[…] Una ciudadanía activa y una vida urbana vibrante son componentes esenciales de una buena ciudad y de su identidad cívica. Para recuperarlos allí donde se han perdido, cabe involucrar a los ciudadanos en el desarrollo de su propio medio: deben sentir que el espacio público les pertenece y es responsabilidad suya. Desde el callejón a la gran plaza, todos los espacios urbanos pertenecen al ciudadano y son de dominio público, una institución pública que, como tantas otras, puede promover o frustrar nuestra existencia urbana. El espacio público es el escenario de la cultura urbana, donde la ciudadanía se ejerce y donde se pueda cohesionar una sociedad urbana.
 CIUDADES PARA UN PEQUEÑO PLANETA.
Richard Rogers + Philip Gumuchdjian

- Nuestro Urbanismo tradicional se asocia al concepto de ciudad como asentamiento que fomenta las interacciones urbanas gracias a la escala humana que presenta el desplazamiento a pie.
- El desplazamiento motorizado transforma las percepciones temporales del entorno urbano, de ahí que se materialicen diseños que a veces son difíciles de “humanizar”
- A partir de la distinción básica entre accesibilidad y movilidad, se postulan cambios tendientes a equilibrar el reparto de movilidad entre los distintos modos de transporte
LEBER, Bizcaia (2007)

La Animación Social del espacio: La gente atrae a más gente
La Comodidad e Imagen del lugar conduce a alargar las estancias
La Accesibilidad Peatonal o en Transporte Público se convierte en condición sine qua non
La Organización de todo tipo de Actividades es a menudo la clave del éxito
Jan Gehl

“la integración de varias actividades y funciones en los espacios públicos, permite que las personas implicadas actúen juntas y que se estimulen e inspiren entre sí, y que una vez iniciado el proceso, la actividad total es casi siempre mayor y más compleja que la suma de las actividades parciales existentes en un principio”.
Jan Ghel

“Dejar de construir, también es Arquitectura”. “la arquitectura es una manera de pensar la convivencia, de reorganizar los espacios urbanos, de buscar nuevos compromisos y pactos con la sociedad”.
Josep Bohigas (Barcelona, 2009)

Hombre, carne y espíritu, espíritu inmortal inmerso en la materia que se consume, no es un accidente sino el alto destino que se realiza, dentro de un plan en que Dios era y es partida y meta. Humanismo político es el término que acuñó el cerebro de Don Efraín, para agrupar esa serie de principios de la doctrina social cristiana y del liberalismo aplicado a la política.
Para el humanismo político, la dignidad humana es un concepto central, pues dicha corriente de pensamiento considera que la persona tiene dignidad y un destino espiritual y material que cumplir, pero también señala que “quien teórica o prácticamente promueve la masificación o despersonalización, es decir, quien no cree en las posibilidades de que la persona se realice de acuerdo con su dignidad en comunidad, atenta contra la dignidad humana”.
“Introducción a Los Pilares del Humanismo como parte clave en los trabajos de la Proyección de Principios de Doctrina de AN 2002”.
Cortés Jiménez, Rodrigo Iván

Alicia: ¿Qué camino debería seguir? Gato: depende adonde vayas… Alicia: ¡No se a dónde voy! Gato: ¡entonces no importa que camino tomes!
Alicia en el país de las maravillas

“Los espacios públicos son importantes en una sociedad democrática porque son los únicos espacios donde se gesta el encuentro entre iguales. Una buena ciudad es tal cuando a uno le da gusto salir de la puerta de su casa. Una ciudad sustentable es una ciudad que le da felicidad a sus habitantes.”
Enrique Peñalosa, ex alcalde de Bogotá, en el marco del evento URBAN AGE en Shanghái, 2007

La producción de ciudadanía y el rol de los gobiernos locales es un desafío político no exclusivo de éstos.
La reinvención de la ciudad ciudadana, del espacio público constructor-ordenador de ciudad y del urbanismo como productor de sentido no es monopolio de nadie.
Jordi Borja

Los espacios públicos deben ser centros inspirados para la actividad cívica y una manifestación física del bien común. Él alega que lo que hay en Estados Unidos, por el contrario, es una nación de lugares que no vale la pena cuidar.
El ámbito público en EU tiene dos roles, es donde vive nuestra civilización y nuestra vida cívica y es la manifestación física del bien común. Cuando degradas el ámbito público, automáticamente degradas la calidad de tu vida cívica y el carácter de toda materialización de vida pública y comunitaria que allí ocurre. En USA el ámbito público se manifiesta por lo general en la forma de la calle, ya que no tenemos las milenarias catedrales, plazas y mercados públicos de culturas más antiguas y tu capacidad de definir espacio público y crear lugares que vale la pena cuidar proviene de una corriente cultural que llamamos la cultura del diseño cívico. Este en un cuerpo de conocimiento, métodos, técnicas y principios que tiramos a la basura después de la segunda guerra mundial, y decidimos que ya no la necesitamos, que no la vamos a usar más, por consiguiente, podemos ver los resultados a nuestro alrededor…. Tenemos que Reducir, Reorganizar y Redimensionar casi todo lo que hacemos en este país y es posible comenzar demasiado temprano, tendremos que vivir más cerca de nuestros lugares de trabajo, vivir más cerca los unos de los otros, cultivar alimentos más cerca de donde vivimos… La vida de mediados del Siglo XXI se centrara en “Vivir Localmente”, estén preparados para ser buenos vecinos, para encontrar vocaciones que los hagan “útiles” a sus vecinos y conciudadanos
James Howard Kunstler


“la gente fue a las ciudades para vivir mejor”     
Aristóteles


La accesibilidad no es solo una necesidad para las personas con discapacidades, sino una ventaja para todos los ciudadanos.
Enrique Rovira-Beleta Cuyás (2003)

como señala el antropólogo Marc Augé (1992) “…un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar”.


[1] Traducido por el Autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario